
La insolvencia empresarial es aquel estado en el que la empresa no es capaz de hacer frente a sus pagos. Proveedores, bancos, arrendadores, acreedores varios… todos esperan ver satisfecho el pago de las cantidades que se les adeudan. Cuando la empresa llega a una situación de imposibilidad ante esos pagos, decimos que es una empresa insolvente.
Sin embargo, declararse insolvente no nos exime de tener que hacer frente a los pagos que nos están reclamando.
Surgen dos escenarios posibles. SALVAR LA EMPRESA O ENTRAR EN CONCURSO DE ACREEDORES. Tenemos que optar por un camino u otro. Si la liquidez de la firma es menor que el pasivo que se le exige, la empresa estará en quiebra o bancarrota.
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INSOLVENCIA EMPRESARIAL
- LA OBLIGACIÓN DEL PAGO DE LA DEUDA PERSISTE
- INICIO DEL PROCEDIMIENTO CONCURSAL
- DIFICULTAD PARA LA OBTENCIÓN DE CRÉDITO BANCARIO
- MEMORIA LEGAL DE INSOLVENCIA